11 diciembre, 2012

Nuevas leyes para viejas democracias


El Imperio de la Ley es un dogma de origen medieval que ha servido para sustentar la justicia en Occidente. Pero ya es hora que ese Imperio se reconvierta en un Estado, y de talante democrático; porque es evidente que está muchos pasos por detrás de las necesidades sociales. Cuanto más retos se plantean a la legislación que nos rige, más evidente se hace la necesidad de una renovación. Cuanto más problemas se presentan a las democracias europeas, más impostergable se hace su reformación en democracias democráticas.

“Desde mediados del siglo XX y tomando como hito cronológico de partida la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, se ha intentado encontrar fórmulas de entendimiento en la solución pacífica de los conflictos que la misma dinámica social genera entre individuos o Estados. Lamentablemente, cinco décadas más tarde aún no hemos logrado dicho objetivo» nos dice el magistrado y profesor de Derecho Santiago Vidal, en su ponencia redactada para un congreso internacional celebrado en Madrid (07.12.2012).

«Nuestros dirigentes políticos con responsabilidades de gobierno tienen que entender que la enseñanza y la sanidad pública son una prioridad absoluta […] y si no lo entienden, debemos hacer todo lo necesario para que lo comprendan» añade Vidal en la misma ponencia, aludiendo esta vez directamente a la situación en España, donde los recortes sociales están quitando derechos civiles a los ciudadanos. Pero el magistrado no solo mira la paja en el ojo ajeno, también hace autocrítica. «Los jueces hemos confundido independencia con autismo, hemos vivido hasta ahora en una burbuja de cristal» apunta en su conferencia. Aunque también vislumbra cambios esperanzadores, y pone como ejemplo la posición adoptada por un sector mayoritario de los jueces frente a la ley hipotecaria de España.

El cambio de actitud aludido por Vidal, se expresa en un informe público donde los jueces hablan claro: «A lo largo de la última década el exceso de confianza motivado por las burbujas inmobiliaria y financiera, unido al sueño de tener un hogar propio y a la mala praxis de las entidades bancarias, se ha traducido en una generalizada extensión del crédito hipotecario sin valorar las posibilidades reales del deudor, y en la comercialización irresponsable, cuando no torticera, de productos financieros complejos [...]. A estas alturas ya nadie discute que las entidades bancarias no han sido ajenas al estallido de la burbuja económica que ha generado la crisis y en no pocas ocasiones han actuado con cierta ligereza en la concesión de créditos hipotecarios. A pesar de ello disponen de una importante ventaja frente a cualquier acreedor: un procedimiento privilegiado para el cobro de créditos hipotecarios creado en 1909».

En el citado congreso, Vidal fue más allá de los aspectos puramente legales: «El riesgo de exclusión social de cada vez más ciudadanos es inminente» advirtió. «No puede ningún poder legislativo, ningún parlamento desoír a un millón de ciudadanos» manifestó en referencia a las iniciativas que agrupaciones civiles presentan y son completamente ignoradas por los gobernantes de turno. Y respecto a los políticos acotó: «Ellos son nuestros representantes y nuestros delegados... ¿Cómo pueden hacer oídos sordos a nuestras demandas?»

No necesitamos permiso para ser libres; Somos radicales porque vamos a la raíz; No somos antisistema, el sistema es anti-nosotros; No falta dinero sobran ladrones; Error de sistema, reinicie, por favor... son algunas frases ingeniosas, pero con mucho fondo, que escribieron los ciudadanos españoles en las manifestaciones de los últimos meses en toda España, y que se asemejan mucho a las ideas expresadas por el juez Vidal, con otras palabras y matices. El magistrado y la organización a la que pertenece -Jueces para la Democracia- parecen coincidir en los asuntos esenciales con los grupos de ciudadanos que reclaman una democracia más participativa y una equidad en el reparto de la riqueza.

Este lunes la Unión Europea recibía en Oslo el Premio Nobel de la Paz, en medio de la peor crisis financiera que ha enfrentado en su medio siglo de vida. El presidente del Consejo de la UE, Herman Van Rompuy, reconocía ante el auditorio que la paz, por muy meritoria que sea, está amenazada por los problemas sociales. «Familias que llegan a duras penas a final de mes, trabajadores que han perdido su puesto de trabajo, estudiantes que temen que, por mucho que lo intenten, no encontrarán su primer empleo… En un momento en que la prosperidad y el empleo -las piedras angulares de nuestras sociedades se ven amenazados- es natural que los corazones se endurezcan, que nuestros pensamientos sean más mezquinos, que se reabran antiguas fracturas y reaparezcan viejos estereotipos» manifestó Van Rompuy.

Efectivamente; se puede premiar a Europa por la paz, si tomamos como referencia la Segunda Guerra Mundial. Pero se le puede reprobar en democracia si evaluamos la última década, cuando Europa ha experimentado un retroceso en la calidad de vida y la participación de sus ciudadanos en las decisiones centrales. La luz de Europa peligra, las voces de Sócrates y Platón; de Kant y Montesquieu; de Russell y Eco, parecen extraviarse en las brechas crecientes entre las élites y las mayorías.

03 diciembre, 2012

El caso Telecinco: Goliat contra David


Hasta ahora no se había dado en España una amenaza de estas características. Sí en otros países donde la libertad de expresión y los derechos civiles están más arrinconados. Un gigante de las telecomunicaciones ha enjuiciado a un ciudadano por sus opiniones en un blog, y solicitado su encarcelamiento más 3,7 millones de euros como indemnización. Telecinco, la empresa demandante, acusa al bloguero de promover una campaña en contra de un programa de TV –La Noria- y sus empresas patrocinadoras. El “Caso Telecinco” y su resolución, se ha convertido en uno de los más interesantes episodios de la Responsabilidad Social: corporativa y ciudadana.

Pablo Herreros, el periodista y bloguero que inició la campaña partía de una idea básica y concreta: «Pagar a un criminal, o a un familiar suyo, por hablar en la televisión del delito me parece una monstruosidad [...] una de las perversiones de valores más indeseables para nuestra sociedad» Asi Herreros iniciaba una serie de notas públicas y cartas de reclamo a Telecinco, donde se emitía La Noria. Al no encontrar respuesta a su petición y como medida de presión optó por publicar la lista de los anunciantes del aludido programa, entre los que se encontraban conocidas corporaciones y la empresa estatal RENFE.

La iniciativa del periodista fue avalada por miles de ciudadanos, y las empresas fueron retirando la publicidad de dicho programa hasta su desaparición. Según el bloguero: «Las marcas respondieron de forma muy responsable; las acciones de Telecinco cayeron un 25% en la Bolsa durante la crisis; desapareció el cheque en blanco de las marcas a las cadenas en su compra de publicidad, y las televisiones aprendieron a escuchar a la gente que opina de sus productos en redes sociales». Según Paolo Vasile, consejero delegado de Mediaset (empresa propietaria de Telecinco) la iniciativa era: «Una injusticia poco común que fue organizada como si mañana los hackers atacan el Pentágono». Telecinco demandó al bloguero. Sin embargo, debido al inmenso apoyo ciudadano que tuvo Herreros, tanto en las redes digitales y webs -como change.org donde firmaron 170.319 personas- como en las notas que publicó el diario El País, Telecinco retiró la demanda en poco menos de una semana para evitar mayores daños.

Lo que parece desproporcionado es en primer lugar la abismal diferencia de medios económicos y recursos mediáticos entre el coloso Mediaset y un ciudadano con una página web. El segundo aspecto cuestionable es la magnitud de la pena solicitada, incluyendo cárcel, por un derecho reconocido en la legislación española como es la libertad de expresión y de opinión. El tercer agravante en la denuncia de Telecinco es su evidente afán “ejemplarizador”; su pretensión de dar un escarmiento. El gran despliegue que dio al  juicio el diario El País no parece casual. El Grupo Prisa -socio de Mediaset España con el 17,34 % de acciones de la empresa- publicó durante 3 días consecutivos noticias vinculadas a la demanda en su primera plana, apodando a Herreros “el  boicoteador”. Algunos lectores objetaron a El País el titular tendencioso al calificar de boicoteador, cercano a saboteador,  a un periodista que solo había promovido una campaña ética.

Telecinco alegaba que se había atentado contra sus intereses empresariales. Según esta lógica cualquier huelga tendría el mismo efecto. Quizás los directivos de Mediaset desearían su ilegalización, en la línea que se ha manifestado Esperanza Aguirre (alto cargo del actual partido gobernante). Otra imputación que se le hizo al bloguero fue que boicoteó a una empresa. El boicot, en cualquier caso no es una práctica ilegal en España. Los dos partidos políticos más importantes también han realizado boicots a medios de comunicación, y le han llamado “vetos”. El PSOE en febrero del 2007 boicoteó las entrevistas a Telemadrid por la “manipulación informativa” practicada por dicha cadena. Y, en marzo del 2007, el PP anunció un boicot al Grupo Prisa, y se negó a atender «todas las convocatorias de entrevistas, tertulias y programas» controladas por su entonces presidente, Jesús de Polanco, al no estar de acuerdo con unas declaraciones políticas realizadas por el empresario.

“Mediaset España está formada por un conjunto de empresas dedicadas al desarrollo de negocios vinculados con el sector audiovisual” declara el grupo ítalo-hispano en su página web: Efectivamente, basta ver su Directorio para comprender el enorme entramado financiero y empresarial que está detrás. Alejandro Echevarría, actual presidente de Mediaset España es también consejero de Consulnor y Endesa. Consulnor es una gestora de patrimonios cuyos accionistas principales pertenecen a la Banca March. Endesa es, como se sabe, una de las mayores empresas eléctricas del mundo y la principal multinacional privada de Latinoamérica. Manuel Polanco Moreno, además de Vicepresidente el Consejo de Administración de Mediaset, es consejero de la comisión ejecutiva del Grupo Prisa (editora de El País). Pier Berlusconi -otro consejero de Mediaset- es hijo de Silvio Berlusconi, accionista principal de Mediaset condenado recientemente en Italia a 4 años de prisión, e inhabilitado para cargos públicos por un delito de fraude fiscal.

Mediaset España, en su informe de Responsabilidad Social Corporativa, declara que: «Se mantiene en los primeros puestos de gobierno corporativo del Ibex 35 según el Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa». También se jacta de que permanecer “En la Lista de Empresas elegibles para invertir de forma socialmente responsable elaborada por Triodos Bank». Asegura que: “Mediaset España refleja su compromiso con la emisión de contenidos televisivos responsables a través del cumplimiento del Código de Autorregulación de Contenidos Televisivos e Infancia para el fomento de contenidos responsables y el respeto y protección a los derechos de niños y adolescentes” Telecinco, paradójicamente, es conocido por sus contenidos  escandalosos y controversiales. El informe de Responsabilidad Social Corporativa de Telecinco está avalado por la consultora Pricewaterhouse Coopers International Limited (PwCIL). 

Los anunciantes de Telecinco han emitido una carta pública donde se defienden: «Planificamos nuestras campañas publicitarias según la audiencia de cada cadena, de forma totalmente independiente de la línea editorial y actividades empresariales y jurídicas de cualquier medio de comunicación». Lo que están diciendo con otras palabras es: No nos importa ni como ni donde, con tal de vender nuestro producto nos da igual el medio... Parece que a partir de ahora debería importar mucho más el medio. No solo eso, les sugiero ser los primeros en liderar las inquietudes éticas de la ciudadanía; estar un paso por delante y no dos por detrás, como parecen ir ahora.

26 noviembre, 2012

Reflexiones sobre el estado de la RSE en España

El 12 de noviembre de este año, Ramón Jáuregui -diputado y ex ministro de la Presidencia en el gobierno del PSOE- escribió una carta abierta en Diario Responsable solicitando, a través de preguntas, opiniones sobre el estado de la RSE en España, a los diversos sectores que nos ocupamos de la denominada Responsabilidad Social Empresarial (RSE o RSC). He aquí mis respuestas.

1 ¿Ha sido la crisis un obstáculo insalvable en el progreso de la RSE? 
La crisis económica constituye un “obstáculo” dependiendo del lugar y la importancia que tiene la RSE en una organización. Si para la Dirección es un asunto tangencial, vinculado al Marketing y la imagen de la empresa, entonces sí. Pero, si la RSE se concibe como un modelo sólido de gestión empresarial; si se asume como una inversión –y no como un coste- entonces la respuesta es definitivamente: no. 

2 ¿Ha muerto de éxito la RSE?
Considero que todavía no ha alcanzado el éxito. Se puede asumir que hay cierta saturación de la RSE porque en el ámbito periodístico, académico y empresarial, se nota su presencia de manera relativamente continuada. Ciertamente la mayoría de corporaciones ya emiten informes de RSE cada año. Pero muchos de estos informes son papel mojado. Si preguntamos a los stakeholders; a los consumidores en general, veremos que hay mucho pan por rebanar. El gran asunto pendiente de la RSE sigue siendo la ciudadanía. Existe todavía una gran brecha. La ciudadanía es el actor principal que finalmente debe dar legitimidad a la RSE, de lo contrario seguirá siendo un concepto elitista; una moda. La famosa “cosmética” de la ética. 

3 ¿Es incompatible la RSE con las restricciones presupuestarias de las empresas? 
Esta pregunta, esta vinculada a la primera. En todo caso pienso que no se debería sacrificar la ética de una empresa. No vale vender el alma al diablo en un momento de crisis. Todo lo contrario. En un momento crítico son los valores los que sostienen un proyecto. No olvidemos que las organizaciones están regidas por personas, que son quienes finalmente determinan el éxito de cualquier organización. 

4 ¿Falla la sociedad en sus exigencias a las empresas? 
Si, todavía es una falencia; aunque últimamente ya empiezan los ciudadanos a fijarse mucho más en quienes están detrás de los negocios. Es verdad que cuando escasean los recursos, los ciudadanos cuidan legítimamente su economía y el precio es la principal variable en la compra diaria. Pero, cada vez más los ciudadanos pueden -y lo hacen- cuestionar el “como” se hace un producto; no solo el “cuanto”. 

5 ¿Son pocos y pequeños los retornos en resultados económicos a las inversiones en RSE? 
No hay una respuesta uniforme. Cada empresa tiene experiencias distintas. Conozco organizaciones para quienes la RSE ha sido una excelente inversión, en términos económicos y de clima laboral. Otras quizás no han visto los resultados inmediatos. En cualquier caso, no se debería visualizar a la RSE solo como una herramienta para obtener beneficios cuantitativos en el balance financiero. En este sentido la RSE se parece a un Sistema de Calidad, que es “silencioso” y muchas veces solo se nota su gran importancia cuando falta, cuando es demasiado tarde. Es legítimo que la etiqueta de la RSE se difunda y genere una buena imagen a una empresa que lo practica; pero el beneficio más importante y más interesante es el que genera internamente (entre los empleados); en la comunidad donde opera (su natural clientela); y en la sociedad global que cada vez más se fija cada vez más en la empresa (y en el dueño de la empresa) que le vende un producto. El modelo mercantilista de hacer negocios, aunque subsiste, ya está en su etapa decadente. Son los enfoques innovadores y éticos los que están ganando terreno; y desde luego, los que a mí me gustan y apoyo. 

Una reflexión final: la fuerza de la RSE no proviene de los consultores empresariales, ni de los estrategas de márketing. Tampoco radica en las exigencias gubernamentales. Estos son elementos coadyuvantes. La gran fuerza impulsora de la RSE viene de las exigencias y las necesidades ciudadanas. Son los compradores los principales valedores; los sostenedores de cualquier organización y sus prácticas. Son los ciudadanos los que apuntalan -o desaparecen- a una empresa y su modelo de gestión.

18 noviembre, 2012

LA MAYOR MULTA A LA INMORALIDAD DE UNA EMPRESA: BP

La corporación British Petroleum (BP) aceptó esta semana su culpabilidad por el vertido de petróleo ocurrido en el Golfo de México en 2010. Por consiguiente pagará 4.500 millones de dólares en concepto de indemnización al gobierno de EE.UU. De esa cantidad, 1.256 millones corresponden a una multa penal, la más alta en la historia de la justicia estadounidense. “Hasta la fecha, BP ha pagado 14.000 millones de dólares en labores de limpieza y reconstrucción, y ha establecido un fondo de 20.000 millones para indemnizar a los afectados” informa El País en su edición del 16.11.2012. En total BP habría gastado 38.500 millones de dólares por el descomunal fallo; cantidad que supera el PIB de países como Bolivia o Jordania. 

Imaginemos por un instante que no existiesen las leyes de protección ambiental; imaginemos que no existiesen los reglamentos de seguridad y calidad. Supongamos que no hubiese siquiera códigos éticos internos de la empresa... ¿No le habría salido mucho, muchísimo, más barato a BP ser socialmente responsable? Aunque solo sea por una lógica amoral; por un tema estrictamente monetario... la respuesta es obvia. 

Cuando trabajaba como jefe de Calidad en una empresa industrial, la mayor dificultad era convencer al gerente general de la importancia de la calidad en todas las áreas de la organización, y no solo en la designada con ese nombre. Como no era una tarea simple; ya que él solo tenía ojos –y recursos- para el área de ventas, hice una valoración económica de lo que significaba la ausencia de calidad. Fue lo que le convenció. El no podía permitirse esos errores y gastos, que en muchos casos eran considerables y se asumían como “naturales”. Entendió que todo el dinero “visible” de una venta podía dilapidarse en errores “invisibles”; algunos de los cuales ya estaban asumidos contablemente como costes desde hacía años. Comprobó la importancia de “hacer las cosas bien”, más allá de las cuestiones legales o éticas. 

Los directores de las grandes corporaciones en su afán por “exprimir” un negocio al máximo, olvidan a veces los más elementales principios del Management. Parece increíble que gerentes con cargos tan estratégicos obvien las nociones más básicas de la gestión. Tienen que pasar accidentes graves para destapar la caja de Pandora y comprobar que lo esencial, lo que se asume que se “se viene haciendo bien toda la vida”, no es cierto en muchos casos, y que el “accidente” no fue en realidad tal, sino la suma de un cúmulo de errores. Tienen que suceder hechos de graves consecuencias para revisar con detenimiento la marcha de la empresa; inmersas muchas veces en un frenetismo descontrolado por producir y vender.  

Finalmente, la referencia en este artículo a los altos cargos no es tangencial. Ya hace tiempo el economista y matemático Pareto demostró que el 20% de las decisiones en la cúpula de cualquier organización determinan el 80% de todos los procesos (aproximadamente, claro está). También está demostrado por incontables ejemplos, que son los altos cargos quienes fijan el estilo, el potencial y la praxis de la organización. El éxito de empresas como Apple, Sony o Grameen Bank, por mencionar solo tres ejemplos, no se entenderían sin: Steve Jobs, Akio Morita o Muhammad Yunus.

11 noviembre, 2012

LA ETICA DE LOS ESCRITORES

Una coincidencia significativa se dio el pasado mes de octubre en Madrid. Dos reconocidos escritores recibieron premios. Ambos hispanos; ambos académicos de la RAE; ambos ejercen el periodismo, pero una diferencia fundamental los separa: su ética.

“Me parecía inconsecuente, una cierta sinvergonzonería -con mi postura de estos años- de pronto hoy aceptar un premio con una cantidad apreciable de dinero. Habría sido indecente por mi parte [...]. Creo que es mejor que ese dinero lo destine el ministerio a lo que le parezca. Ojalá lo destinaran a las bibliotecas publicas, que han recibido un presupuesto de cero euros para el 2013, lo cual me parece escandaloso”. Han sido las declaraciones del escritor madrileño Javier Marías, al rechazar el Premio Nacional de Narrativa 2012, que concede el Ministerio de Cultura de España (El País, 25.10.2012).

“Soy consciente que [el premio] conlleva una responsabilidad, un mandato de rigor intelectual y también de conducta cívica” ha declarado por su parte  Mario Vargas Llosa, al recibir el Premio FAES de la Libertad de manos de José María Aznar, presidente de la fundación que lo concede. Aznar, también es director de la transnacional News Corporation, que cerró el año pasado uno de sus diarios -News of the World- por sus prácticas ilegales de periodismo. Dichas prácticas incluían desde escuchas a líneas telefónicas hasta pagos a oficiales corruptos de Scotland Yard. Aznar, igualmente es cuestionado por apoyar durante su mandato como presidente español -en contra de la opinión pública española y la propia ONU- la ocupación militar de Irak el año 2003. En aquella ocasión el ex presidente declaró tener pruebas de la existencia de armas de destrucción masiva en dicho país; información que, posteriormente se verificó, era falsa.

También a finales del pasado mes, una polémica importante se desató en torno a la concesión del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2012 al escritor peruano Alfredo Bryce. La distinción, dotada con 150.000 dólares, fue entregada a pesar de la oposición de escritores y políticos mexicanos que cuestionaron la concesión del premio a una persona sancionada por plagios en artículos periodísticos. El Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual del Perú (INDECOPI), sancionó en 2009 a Bryce por 16 casos comprobados de plagio. El escritor ha negado reiteradamente los hechos y ofrecido respuestas evasivas. Incluso ha insultado públicamente a sus detractores.

Una cantidad muy similar de dinero (150.000 euros) provenientes del Premio Internacional de Literatura fue rechazada por el escritor y ensayista Juan Goytysolo el año 2009. “La dotación económica del premio [...] procede de la Yamahiriya Libia Popular Democrática, creada en 1969 por el golpe militar de Gaddafi. Tras un breve debate interior entre aceptar el galardón o rehusarlo, por razones a la vez políticas y éticas, me decidí por la segunda opción” manifestó Goytysolo en un artículo publicado en el diario El País el 14.08.2009.

¿Se puede ser un buen músico y mala persona a la vez? le preguntaron una vez al reconocido compositor de jazz, Duke Ellington... “Stan Getz” fue su corta respuesta. La anécdota sirve para desmitificar a los talentosos en un arte, que, como cualquier persona, pueden realizar actos reprobables y poco éticos. Por ello extraña que una serie de famosos escritores hayan apoyado incondicionalmente a Bryce. En una carta pública -y en términos tremendistas- aluden a “La campaña de prensa [...] de una violencia inusitada [...] introduciría una peligrosa persecución moral”, confundiendo la moral con la ética, en un grueso error conceptual. La moral es, en efecto, personal, mientras la ética universal y base de toda legislación. Al mismo tiempo dichos intelectuales se oponen a legítimos cuestionamientos a la ética del escritor; algo perfectamente aceptable y deseable en una cualquier sociedad democrática.

Los escritores no son seres del Olimpo. Son ante todo ciudadanos; con todos los derechos y deberes que ello implica. Los plagios reiterados y sistemáticos; los soportes financieros provenientes de políticos u organizaciones de dudosa ética, deberían ser considerados seriamente cuando se evalúa su labor; incluso cuando se compra un libro, ya que no deja de ser un aporte financiero al escritor y a la  editorial que lo patrocina. Las empresas editoriales, por su parte, deberían estar muy atentas y evaluar permanentemente en quienes invierten. Cada vez más, los lectores acogen a los escritores no solo como fuente de entretenimiento, sino como ciudadanos con una ineludible Responsabilidad Social.

30 septiembre, 2012

Carta a Mariano Rajoy, presidente del gobierno de España


Esta semana, en New York, usted ha mencionado a 47 millones de ciudadanos que no han salido a las calles de España a pedir cambios en el manejo político y económico del país. Me incluyo, soy uno de los que “no abren los telediarios.... no se les ve, pero están ahí” como ha dicho usted. Efectivamente, aquí estamos y le voy a contar primero mis impresiones sobre porqué algunos de los millones de ciudadanos no protestan en las calles. Y luego sobre la situación de España.

Para el primer asunto las razones son simples. Para empezar, las protestan se han dado en Madrid, y como usted sabe no viven todos en la capital, viven en sus pueblos y ciudades. Un billete de tren (o autobús) a Madrid no encaja en sus ajustados presupuestos. Por otro lado, muchos madrileños no han salido a las calles porque están trabajando; o porque terminada la jornada van a cuidar a sus hijos o simplemente a descansar. Otros no van porque esos 3 euros del billete en metro significan el desayuno del día siguiente. Y, finalmente, porque tienen todo el derecho del mundo a no hacerlo; a expresar de otro modo su descontento. Pero, que no estén en las calles reclamando no significa en absoluto que aprueben su gestión y las medidas de su gobierno.

Claro está que usted, como la diputada Fabra; o como sus ministros, que van y vienen de grandes corporaciones, no entienden o no quieren entender estas sencillas situaciones. Viven desconectados de la vida cotidiana; de las necesidades ciudadanas. Usted y grupo no se reúnen con los hombres y mujeres comunes; prefieren hacerlo con los empresarios de la CEOE o miembros de la realeza. Han olvidado que están ahí para favorecer a la mayoría de españoles, no a “los mercados”. Para defenderlos, no para reprimirlos. Para conservar sus trabajos, no para facilitar sus despidos. Para mantener el acceso a una educación digna y atención sanitaria de calidad.

Ya es hora de que rinda cuenta a los españoles de cómo se manejan las arcas del estado, sin amagos y sin trucos. Le pregunto algo muy simple. ¿Como es posible que una nación que actualmente es la 12ª economía del mundo; 2º destino turístico mundial por ingresos; 1ª red europea en autovías y autopistas; 1er productor mundial de energía solar termoeléctrica, 2º productor mundial de energía solar fotovoltaica, 4º productor mundial de energía eólica; 2º fabricante europeo de vehículos... esté quebrado y al borde del abismo? ¿A donde va el dinero que esos 47 millones de ciudadanos aportan directamente a través de sus impuestos o indirectamente a través del IVA?

¿No será que hay dinero... pero está mal distribuido?  Le pregunto señor Rajoy; recordándole que millones de ciudadanos españoles tienen sueldos por debajo de la media europea y ven este año recortados aún más sus ingresos. Acaba de  presentar esta semana los presupuestos del reparto de dinero del estado... ¿y que nos encontramos? Al Ministerio de Educación y Cultura ha recortado -17,2 % mientras que al Ministerio del Interior apenas un -6,3%. Al Ministerio de Sanidad ha recortado -22,6% mientras que a Defensa apenas un –6,0%. Al Ministerio Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha reducido -13,2 %  mientras que al Ministerio de la Presidencia le ha subido un 0,6%. Están claras sus prioridades. No siga diciendo que se preocupa por la mayoría de la población.

Hay muchos problemas en España. Le menciono dos de los más graves. Primero, el 24% de los ciudadanos españoles sin trabajo y un índice similar de los jóvenes que ni estudia ni trabaja. Segundo, la corrupción. Ya en  el 2009 la Fiscalía revelaba que la corrupción política en España había sustraído en la última década (y en solo 28 casos juzgados) 4.158 millones de euros. Es ahí donde están los problemas. A quienes debe investigar son a los usan el estado como un botín; a los grandes evasores de impuestos. Y a quienes debe rescatar son los ciudadanos, no a los bancos fallidos como Bankia o la CAM; a quienes se  destina 16.000 y 22.000 millones respectivamente, en lugar de cerrarlos, (garantizando los ahorros de los ciudadanos). Con ese dinero hubiera sido posible otorgar un crédito de unos 6000 euros a los más de 5 millones de personas sin trabajo.

Usted y su gobierno no tienen ninguna idea coherente para salir del hoyo. Ninguna idea eficaz para impulsar el crecimiento. Sus recetas, impuestas por  capitales internacionales se limitan a gastar menos y pagar deudas. Nos dice que no debemos vivir por encima de nuestras posibilidades, al mismo tiempo que sigue endeudando a España. Esta semana sus ministros han anunciado que la deuda en el 2013 llegará al el 90,5% del PIB, el mayor nivel del último siglo. Dicen que no hay dinero para nada pero ayudan con miles de millones a bancos ineficientes y grandes corporaciones automovilísticas, mientras los autónomos y las pequeñas empresas, que son el principal motor de la economía, sobreviven a duras penas y ven incrementados sus impuestos. Sepa usted que cada mes quiebran 6.000 autónomos en España.

Su ministro Montoro nos dice: "Es inevitable que los que paguen sean los ciudadanos". Como si no conociéramos la excesiva concentración de riqueza en manos de las élites. Las 200 familias más ricas de España tienen un capital aproximado de 135.000 millones de euros, equivalente al PIB de un país como Austria o Portugal. Esta semana el mismo ministro Montoro dice “pretendemos que sea el último año de recesión”. En la misma línea su ministro Luis de Guindos funge de analista económico. Los españoles no han elegido a su partido  para que “pretenda” o para que comente el “incendio”. Los han elegido para apagar el fuego y reverdecer la tierra. Nada de eso; todo lo contrario. Sus acciones represivas para acallar el descontento parecen gasolina y sus medidas económicas que debieran ser abono parecen cenizas y relaves.

Claro, a usted y su partido le gustaría que la gente se quedara callada ante todo esto; que pusieran la otra mejilla, como enseña la religión subvencionada por el estado ¿verdad Sr. Rajoy? Varias décadas atrás el gran pensador Ortega y Gasset- escribió: “El Estado tradicional... se ha ido formando un surtido de ideas sobre el modo de ser de los españoles. Piensa, por ejemplo, que moralmente pertenecen a la familia de los óvidos, que en política son gente mansurrona y lanar, que lo aguantan y lo sufren todo sin rechistar, que no tienen sentido de los deberes civiles... La frase que en los edificios del Estado español se ha repetido más veces ésta: ¡En España no pasa nada! La cosa es repugnante... pero esta vez se han equivocado”. No se equivoque más Sr. Presidente. No subestime a su pueblo.

Ponga por encima de todo y sobre todo al ser humano: al ciudadano. Haga lo posible y lo imposible por no afectar más a la sociedad española. Cambie las leyes y  la Constitución si es preciso. Ya lo hizo el año pasado sin consultar a la sociedad, apoyando al otro partido con el que se turnan los gobiernos. Haga todo y más. Para eso le han dado el poder; no para que se fume puros en New York o se vaya a ver partidos de fútbol en plena crisis nacional. Deje usted de acatar los mandatos de “los mercados” que no es más que un eufemismo para referirse a los especuladores financieros. Acate los reclamos del pueblo. ¿Sabe usted señor presidente como concluyó aquel articulo el Sr. Ortega y Gasset?: “Nosotros gente de la calle, de tres al cuarto y nada revolucionarios, somos quienes tenemos que decir a nuestros conciudadanos: ¡Españoles, vuestro Estado no existe! ¡Reconstruidlo!”. No permita que esta frase cobre actualidad. Usted pasará, pero la historia lo juzgará.

04 agosto, 2012

Nosotros los Muppets


Marionetas, muñecos, títeres, y a veces bobos. Es lo que significa “Muppets” en la cultura anglosajona y -como todo el mundo sabe- son los habitantes de Barrio Sésamo en el ámbito hispano… o no. Para ciertos directivos de Goldman Sachs son sus clientes... somos nosotros. Porque ¿quién no tiene una cuenta bancaria? ¿Quién no se ha sentido alguna vez tratado como un Muppet?

"Me molestaba ver la frialdad con que se hablaba de engañar a los clientes. En los últimos meses conocí cinco directores que se referían a sus propios clientes como Muppets, incluso en los correos electrónicos", escribió en un artículo Greg Smith, ex directivo de Goldman Sachs (GS), en marzo de este año en The New York Times. GS es uno de los mayores grupos de inversión del mundo, cuenta con más de 30 000 empleados y varios de sus ex ejecutivos ocupan ahora puestos claves en la Unión Europea, como Mario Draghi actual presidente del Banco Central Europeo.

Lo grave de este tipo de escándalos -como el de GS- no es la ofensa a los clientes; no es siquiera la actitud necia de esos funcionarios inconscientes de quienes pagan sus sueldos. Lo grave es que esos directivos y sus empresas se han convertido en el Olimpo de este siglo; los tótems; los intocables. Nos guste o no, se han "incrustado" en nuestras actividades cotidianas. Hoy en día tener una cuenta bancaria es casi un requisito para acceder un empleo. Hasta nuestros sueldos llegan al banco antes que a nosotros.

Este mes en España un tribunal de Valencia ha condenado al banco francés  BNP Paribas a devolver el dinero vendido en “preferentes” a sus clientes que se sintieron estafados. En EE.UU. el Senado acusa a HSBC –Un gigante presente en 85 países- de blanqueo de dinero del narcotráfico. El banco no habría controlado millones de dólares en operaciones sospechosas con México o Arabia Saudita. “Permitió durante años que criminales de todo el mundo emplearan sus servicios para lavar dinero procedente del narcotráfico o destinado a financiar operaciones terroristas” según informa El País.

Ciertamente, los bancos facilitan las transacciones financieras y el intercambio comercial. No lo hacen todo mal; y no todos los bancos son iguales. El pasado julio, en un hecho inédito, funcionarios del banco Novagalicia tuvieron la decencia de pedir perdón a sus clientes, por escrito y públicamente. El presidente ejecutivo y el consejero delegado publicaron una carta en distintos medios de comunicación titulada «Antes de nada, perdón». Y dicen: «Pedimos perdón por el error de haber comercializado preferentes entre clientes particulares sin suficientes conocimientos financieros, causándoles problemas tan graves... y por las abusivas indemnizaciones que percibieron algunos ex directivos».

A los bancos se les ha dado un poder casi ilimitado y sin apenas control. Pueden cambiar los contratos cuando quieran; pagar sueldos estratosféricos. Pueden mudarse, fusionarse, sin que los gobiernos digan nada. Es más, la mayoría de las veces con la anuencia de los mismos. La semana pasada el ministro de Economía y Competitividad de España, Luis de Guindos, anunciaba en el Congreso de Diputados: que el rescate principalmente se destinará a los bancos que han tenido mala gestión, y notificaba tan tranquilamente: “Lo que va a ocurrir en España es que determinadas entidades se van a reestructurar y van a acabar absorbidas por otras... otras terminarán desapareciendo desde el punto de vista de su independencia comercial”.

Y por supuesto se espera que nosotros, los Muppets, aceptemos los cambios importantes sin chistar, sin cuestionar. Se espera que nosotros, los principales sostenedores de estas corporaciones; los afectados finales por las medidas aceptemos sus decisiones sin intervenir. Que digamos “Amén”.  Por ello no es extraño que estos días organizaciones de ciudadanos españoles, hartos de ser postergados, se manifiesten en las calles y protesten con lemas sencillos pero de importante contenido: “Rescaten a las personas, no a los bancos”.

15 julio, 2012

LA PRENSA Y SU PAPEL EN EL CIRCO

Panem et circense, la fórmula usada por gobernantes romanos para mantener a los ciudadanos de su imperio contenidos, parece reinventarse estos días en su versión ibérica. Con una variante: la receta se ha reducido al circo, porque el pan empieza a faltar. 

Cuando Mariano Rajoy, cuestionado por su viaje al primer partido de la Eurocopa, alegó que iba porque “la situación está resuelta” –refiriéndose al rescate financiero y la grave crisis española- poca gente le creyó, mas bien se indignó. Lo mismo cuando dijo que asistir a la final de la competencia era “su obligación”. Pero alguna prensa pasó muy rápido de este asunto. Lo importante era centrar el interés en el fútbol; ese sacro deporte que hinoptiza a medio mundo.

La formula fútbol-circo en la política no es nueva. Jorge Videla –ex dictador Argentino que la semana pasada fue condenado a 50 años de cárcel- fue el principal promotor del Mundial de Fútbol el año 1978 en su país. Lo hizo para solapar los graves cuestionamientos internacionales sobre detenciones ilegales y “desapariciones” de opositores; para desviar la mirada de la crisis económica que hacía estragos. La prensa argentina contribuyó en gran medida a exacerbar la pasión futbolera y el nacionalismo, confundiendo al país con un equipo de 11 peloteros vestidos con los colores de su bandera.

La portada del día 03.07.2012 de El País –probablemente el diario más influyente de España- era muy significativa. Una gigantesca fotografía de “los héroes de la eurocopa” dominaba la primera plana, mostrando por enésima vez las celebraciones del campeonato logrado días antes. En las esquinas inferiores y con letras pequeñas exponía las dos noticias más importantes del acontecer nacional. Un titular sobre la situación del país expresada por el Nobel de Economía Paul Krugman: “España esta peor que en los años treinta”. Y sobretodo, el terrible incendio forestal que ocurría ese momento y arrasaba 50,000 hectáreas de bosques en Valencia, derribaba 2 helicópteros y se cobraba la vida del coronel José Nieva. 

Lo censurable es la doble moral del diario El Pais. En la práctica perenniza y consolida la fórmula distractiva de Rajoy, mientras en la teoría critica al político y sus artimañas. En un articulo titulado “El presidente mantiene su viaje al fútbol en Polonia” (09.06.2012) dice: “En el peor momento de crisis económica y cuando todos sus planes, incluido el de evitar el rescate, están saliendo mal, la Eurocopa, que desvía necesariamente la atención de buena parte de los españoles durante tres semanas, es un elemento fundamental de su estrategia para intentar minimizar daños”. 

PRISA (Grupo editor de El País) se jacta de “ser referente en materia de responsabilidad corporativa”. Pontifica: “A través de nuestros contenidos, pretendemos sensibilizar, educar e informar sobre las cuestiones que preocupan a la sociedad”. Pregunto: ¿El fútbol preocupa o distrae? ¿Un partido educa y sensibiliza sobre los asuntos importantes para la sociedad? Por cierto, hablamos de un “deporte” donde se juegan muchos intereses y cuyo historial no es precisamente ejemplo de valores y principios éticos. Por citar solo dos hechos coyunturales. Estos días se investiga a un expresidente de la FIFA y su yerno (Havelange & Teixeira) por sobornos de casi 12 millones de euros. En Italia se imputa a media liga (desde futbolistas hasta entrenadores) por delitos de estafa y fraude deportivo vinculados al resultado de partidos. 


Tenemos derecho a gozar, a evadirnos, dirá alguien. Como el comentarista de Telecinco (Empresa televisiva que transmitió los partidos de la Eurocopa) que, eufórico tras la consecución del título, clamaba: “Hoy nadie se acuerda de la Prima de Riesgo... nos suben la luz, el agua; nos suben la gasolina y hasta los chicles... pero da igual”. Hoy puede ser el fútbol, mañana la Fórmula 1, pasado un contacto extraterrestre. De acuerdo, tenemos derecho a la distracción y la evasión; pero eso no puede llevarnos a la inconsciencia. A mucha gente le gusta la música, pero le disgusta la manipulación grosera. Que mientras Roma arde les digan que escuchen a Nerón tocar la lira.

13 mayo, 2012

AMÉRICA LATINA: CUANDO LA RSC NO BASTA


Entre la hiel y la miel; los gobernantes latinoamericanos transitan estos tiempos los extremos frente a las corporaciones y su actuación social; especialmente en sectores energéticos y mineros. La nacionalización de Repsol-YPF en Argentina y de Red Eléctrica de España en Bolivia, ha puesto sobre el tapete la tensión existente entre las grandes empresas, los gobiernos de América Latina y sus ciudadanos.

Las últimas reacciones de patrioterismo entre los gobiernos de Argentina y España esconden realidades más complejas que un simple forcejeo entre “buenos” y “malos”. La prensa tradicional tampoco contribuye a esclarecer las razones más profundas de estos acontecimientos; prefiere quedarse en el anecdotario. Ciertamente el peso político de algún gobernante latinoamericano parece excesivo; pero este hecho no debería esconder lo crucial que es la gestión de una multinacional del petroleo-gas y su injerencia en un país de 40 millones de habitantes como Argentina; o el rol de una corporación que transporta la energía eléctrica en un país con las características de Bolivia.

Los gobiernos latinoamericanos tienen comportamientos distintos respecto a la actuación social de las grandes corporaciones. No se les puede meter en un mismo saco, como un representante del PP español lo hacía recientemente y hablaba de “esos países” en una errónea -y desafortunada- generalización. El Nóbel de economía Paúl Krugman escribía en un post: “las noticias sobre Argentina son casi siempre muy negativas, en tono: son irresponsables, están re-nacionalizando algunas industrias, son populistas” (03.05.12); aludiendo al doble rasero con que se presentan algunas noticias. Esta misma semana el gobierno español nacionalizó Bankia -una de las principales entidades financieras del país- por considerar su situación riesgosa y clave para la estabilidad de la economía, y nadie se rasgó las vestiduras, ni acusó de estatista al gobierno español.

Ollanta Humala, presidente peruano –que en su época de candidato cuestionaba la actuación de las transnacionales- ha pasado a apoyarlas incondicionalmente, asumiendo un papel de cuasi defensor frente a ONG’s y sectores que cuestionan a determinadas mineras. Similar es el caso de Rafael Correa en Ecuador, quien según la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE): “Aunque en un primer momento el discurso del Presidente de la República fue nacionalista... en los hechos el gobierno ha delegado su desarrollo a capitales transnacionales... las políticas del gobierno dan continuidad y amplían el modelo extractivista y contaminante”.

Sebastián Piñera (presidente chileno) –y conocido empresario poseedor de una de las mayores fortunas de su país- apoya de manera irrestricta las actividades empresariales, sin importar su relación con los stakeholders o su impacto medioambiental, como en el caso del cuestionado proyecto HidroAysén que construirá 5 centrales hidroeléctricas en la región de Aysén (sur de Chile) y constituye el proyecto energético más importante de ese país en toda su historia. Movimientos ambientalistas y sociales impugnaron legalmente el proyecto, pero el pasado mes de abril la Corte Suprema de Chile falló a favor del mismo. En proyecto HidroAysén participan Endesa (de España) y Colbún (de Chile).

En Brasil, la situación es ambigua. El gobierno se debate entre el incentivo a las empresas y la regulación de la gestión social y medioambiental. En abril el congreso aprobó un nuevo código forestal que contempla, entre otros puntos, la disminución de hectáreas de bosque que deben ser protegidas y elimina la obligación de las empresas de reforestar las áreas que hubieran sido taladas hasta el 2008, aunque hayan sido talas ilegales. Según publica BBC Mundo (24.04.2012) el investigador y profesor del instituto holandés CEDLA, Fabio de Castro opina: “Este código es más una propuesta de los grandes propietarios que están en los negocios de la agroindustria (biocombustibles) y sin duda puede fomentar la deforestación”. La ley actualmente solo puede ser vetada por la presidente Dilma Rousseff.

En otra línea, El gobierno de Panamá instaló el viernes pasado una mesa de trabajo con representantes de los siete pueblos indígenas del país para fomentar el desarrollo integral y resolver conflictos por las explotaciones mineras e hídricas en los territorios indígenas. (BBC Mundo, 12.05.2012) En Bolivia, donde la posición de Evo Morales es clara, las opiniones de la ciudadanía están divididas. “Tendríamos que aprender de la nacionalización de las minas de 1953, cuyos efectos fueron un fiasco, dice el editorialista de “El Diario” de Bolivia, pero en su generalización olvida el hecho que alguna privatización como la del agua en Cochabamba en 1999 fue otro fiasco. Recuérdese que, impulsada por el Banco Mundial, la multinacional Bechtel firmó un contrato con el presidente electo para privatizar el servicio de suministro de agua, desencadenando una serie de revueltas sociales, con pérdidas de vidas humanas.

En todo caso, las nacionalizaciones o privatizaciones, los daños ambientales, los conflictos sociales existentes en Latinoamérica, demuestran que algunos modelos de gestión empresarial no están en sintonía con las demandas sociales; que algo no funciona en la RSC de esas grandes empresas. Que no bastan estrategias de marketing o reputación corporativa para tener el favor de las comunidades y los gobiernos. Que la praxis es mucho más importante que la teoría, a pesar de lo que digan algunos teóricos que analizan la Responsabilidad Social Corporativa a través de informes académicos, o la reducen a charlas de café.

26 febrero, 2012

EL ORO O EL AGUA

La mañana del 16 de noviembre de 1532, Atahualpa -el ultimo soberano del imperio incaico- fue capturado por un puñado de guerreros castellanos liderados por Francisco Pizarro. El Inca ofreció llenar de oro y plata el cuarto donde lo retenían a cambio de su libertad; Pizarro aceptó. Cuando obtuvo los metales preciosos mató a Atahualpa... el resto es historia conocida. Estos hechos sucedieron en Cajamarca, en la misma región donde otra vez el oro ha desatado un serio conflicto, debido a ingentes yacimientos hallados en subsuelo de la sierra peruana. El área abarca 4 lagunas, 3 ríos, 3000 hectáreas y 210 poblaciones que dependen prioritariamente de la agricultura y el agua.

Conga, como se llama el mega proyecto de explotación minera, divide en los últimos meses a los peruanos. Los inversionistas han conseguido el respaldo del propio presidente Humala, quien cuando era candidato decía literalmente a sus votantes: “Ustedes no comen oro, no toman oro... ¿qué es más importante el oro o el agua?”. Humala declaró recientemente dando un giro radical: “El proyecto Conga es importante para el Perú porque le va a permitir realizar la gran transformación”. Y, aunque dice que hará esfuerzos por conjugar el agua y el oro, sus últimas declaraciones parecen ser un aval incondicional al proyecto, sin esperar siquiera el resultado del peritaje internacional en curso.

En la primera semana de febrero, miles de pobladores de Cajamarca caminaron hasta Lima y recorrieron unos 900 kilómetros para expresar en la capital peruana su visceral rechazo al proyecto. Marco Arana, sacerdote y dirigente ambientalista afirmó al llegar a la capital: “Nos acusan de extremistas, de egoistas, hasta de terroristas, y lo único que queremos es que no se condene a Cajamarca a ser una región minera, cuando tiene una vocación turística, forestal, ganadera... no podemos seguir defendiendo laguna por laguna, río por río, es preciso encontrar caminos de paz, reconciliados con la tierra. Eso no será posible si se destruye la naturaleza que dio origen a la cultura andina”. Seis congresistas del partido gobernante (Partido Nacionalista Peruano) participaron en la denominada marcha del agua, mostrando abiertamente su discrepancia con la cúpula de su partido y apoyando a los grupos que se oponen al proyecto Conga. 

La semana pasada asistí a un foro sobre Conga, realizado en el propio Congreso de la República del Perú. Ninguno de los panelistas estaba a favor; ninguno de los asistentes; todo lo contrario, existía unanimidad en el rechazo. En general, casi no hay sondeos de opinión, salvo uno publicado por el Diario El Comercio y de donde de deduce que solo un 10% de los peruanos expresa su apoyo al proyecto tal como está planteado; frente a un 87% que expresaba rechazo total o aceptación condicionada a cambios. El Presidente Humala y los inversionistas presentan Conga como un asunto netamente técnico. «Si los peritos dicen que está bien, no habría problema». En oposición, ciudadanos de Cajamarca, algunos congresistas, Ex viceministros de Gestión Ambiental y varios expertos revelan más aristas, connotaciones y objeciones al proyecto.

Yanacocha, el consorcio que explotaría Conga agrupa a 3 empresas accionistas: Newmont Mining Corporation (51.35% del accionariado, con sede en Denver), Cía. de Minas Buenaventura (43.65% con sede en Perú) y la IFC del Banco Mundial (5%). El consorcio gasta miles de dólares en publicitar el proyecto como ejemplo de modernización del país y oportunidad de mejoras económicas para todos. Lamentablemente su trayectoria hace que los pobladores de Cajamarca y algunos técnicos como Reinhard Seifert (Ingeniero, Asesor del Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca) y Peter Koenig (Ex funcionario del Banco Mundial) no solo resten credibilidad a esos ofrecimientos, sino que adviertan que una vez extraído el oro, la zona se convertirá en un inmenso lodazal, en una tierra gris donde las lagunas se secarán o como mucho se convertirán en pantanos de relave, mercurio y cianuro, provocando en pocos años daños ecológicos irreparables. “No queremos más Oroyas o Cerro de Pasco” -dice Seifert refiriéndose a otras minas peruanas donde este tipo de actividad minera ha dejado cierto movimiento económico, pero indudable destrucción de la flora y fauna, así como daños a la salud de los obreros.

Yanacocha es actualmente la mayor mina de oro en el ámbito mundial. Es también la que produce el oro más barato del planeta. Seifert y Koenig señalan que no es precisamente por la alta tecnología, sino por los bajos estándares medioambientales o incluso el incumplimiento de los mismos, además del bajo salario de los mineros. En un documental realizado por el periodista Lowell Bergman (The New York Times), un alto ex ejecutivo de Newmont-Yanacocha, Larry Kurlander, reconoce que en el período que él estuvo en Perú, la empresa incumplía los estándares de calidad peruanos y norteamericanos. Incumplía incluso sus propias normas de seguridad y medioambientales respecto al agua, aire y caminos. El mismo ejecutivo, aparentemente arrepentido, señala que debería existir una especie de “Licencia Social” otorgada por las comunidades donde operan las empresas mineras. «Debería ser más importante que las que otorgan los gobiernos, y renovable cada día» afirma. El actual Presidente Ejecutivo de Cía. de Minas Buenaventura, Roque Benavides, responde literalmente en el mismo documental: “Yo Odio el término Licencia Social... nosotros usamos Responsabilidad Social. Yo espero una licencia de las autoridades regionales, pero no de toda la comunidad”.

Yanacocha en la década de los noventa empleo métodos dudosos y cercanos a la ilegalidad para arreglar litigios. Larry Kurlander reconoce que se entrevistó y apeló al espía y traficante de influencias Vladimiro Montesinos (actualmente encarcelado) para arreglar un juicio con sus socios franceses. El mismo Kurlander, negociador de Yanacocha, reconoce que esa acción fue “terrible”.

El presidente Humala recientemente ha reafirmado que la prioridad en el proyecto Conga será el agua para el consumo humano. Pero ya existen problemas de abastecimiento y contaminación en el agua de Cajamarca sin haberse iniciado el proyecto Conga. Según nos cuenta Reinhard Seifert: “Hay barrios que tienen poca agua potable, otros solo por horas y a veces no reciben agua por varios días seguidos, sobre todo en la época de la sequia... en promedio no pasamos los 50 litros/día/persona” También refiere que ya en el 2002 la Dirección Regional de Pesquería de Cajamarca analizó metales en un pez de nombre carpa común y detectó mercurio en concentraciones de 1.170 ppm, no permisible para el consumo humano, y que este resultado es la consecuencia de una contaminación de un río por la actividad minera. Según Según Seifert en 2005 La Universidad de Georgia (EE.UU.) realizó muestras de sedimentos y concluyó que en ríos cercanos los criterios de calidad fueron excedidos en diferentes metales, incluyendo mercurio, arsénico, cobre y plomo.

El proyecto Conga se ha convertido en un caso complicado y difícil para los peruanos, pero al mismo tiempo en una oportunidad histórica para el cambio. La manera en que se resuelva el conflicto puede sentar un precedente para la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y los stakeholders involucrados; para la jurisprudencia nacional e internacional. Puede significar también el inicio de una nueva forma de gestión de los recursos naturales. Puede implicar que el Perú deje atrás el modelo económico que prioriza la extracción de recursos naturales no renovables y apueste por otras actividades económicas más sostenibles como el turismo y la industria. Puede impulsar a líderes políticos y empresariales a invertir en actividades económicas con un real efecto multiplicador en la mayoría de la población y abandonen paulatinamente actividades extractivas y dañinas para el ecosistema, que básicamente benefician a determinados grupos económicos, como sucede con la minería en el Perú.

22 enero, 2012

AGENCIAS DE RIESGOS: EL PULGAR DE DIOS

En los últimos meses los diarios más influyentes de España dedican su primera página a la prima de riesgo; la presentan como la nueva autoridad a reverenciar. Contribuyen a hacer cotidiano lo que es apenas un indicador financiero de inversionistas y especuladores. Cada semana leemos como una de las tres agencias de calificación de riesgos baja el dedo no solo a un país, sino también a un gobierno regional, una empresa o al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF). Cada semana ese dedo pulgar se cierne todopoderoso como si fuera “la mano de Dios”.

Las agencias son ante todo empresas privadas con ánimo de lucro. Esto tiene que quedar muy claro antes de entrar en otras consideraciones. Tienen accionistas, objetivos monetarios y todo el entramado que corresponde a una gran corporación. Aunque por el tratamiento de oráculos que reciben de la prensa y algunos gobernantes, parezcan otra cosa. No son foros democráticos. No son entidades concertadas que representen los diversos sectores sociales... ni mucho menos.

Standard & Poor's, Moody's y Fitch Ratings constituyen en la práctica un oligopolio que factura más del 90% de la actividad del sector. Las tres agencias pertenecen a grupos económicos más importantes. Fitch Ratings al holding FIMALAC; Moody's a Moody's Corporation y S&P a McGraw-Hill Companies. Sus ingresos económicos no son los de una oficina con 4 técnicos en New York, como les gusta presentarse. S&P y McGraw-Hill Financial facturaron ingresos por 2900 millones de dólares en 2010. Moody's reportó ingresos de unos $ 2000 el mismo año; y en el período fiscal 2010-11 Fitch Group (central de Fitch Ratings) registró ingresos de € 545 millones de dólares. 

“S&P, junto con otras agencias de calificación hermanas, jugó un papel importante en la causa de esa crisis (2008), ya que otorgó calificaciones AAA a activos respaldados por hipotecas que desde entonces se han convertido en residuos tóxicos... S&P es tristemente famosa por haber dado a Lehman Brothers -cuyo colapso provocó un pánico mundial- una calificación A hasta el mismo mes de su defunción... En términos más generales, las agencias de calificación nunca nos han dado ninguna razón para tomarnos en serio su opinión... son los últimos de quienes debemos fiarnos” afirma el Premio Nobel de Economía Paul Krugman, en un artículo publicado por The New York Times (07.08.2011).

Las conexiones de las agencias –teóricamente neutrales- con los inversionistas no son indirectas o solapadas. Por ejemplo: uno de los mayores accionistas de Moody´s Corporation es el conocido especulador financiero Warren Buffet, quién a través de su empresa Berkshire Hathaway forma parte de los mayores accionistas de esa agencia. Las prácticas empresariales de Moody´s son por decirlo mesuradamente: dudosas. El año 2004 el diario Washington Post denunció que el grupo alemán Hannover Re, recibió de Moody´s durante años evaluaciones no solicitadas, con una amable carta que decía que en algún momento debían pagar por ellas. Hannover Re, no lo hizo. Entonces Moody´s fue paulatinamente rebajando la calificación de la empresa hasta la categoría “basura”. Accionistas en todo el mundo alarmados por esa rebaja hicieron perder a Hannover Re unos $ 175 millones en pocas horas.

Si todo lo anterior es cierto, ¿porqué los políticos y periódicos más influyentes siguen tratando a estas agencias como vacas sagradas? ¿Porqué sus veredictos son acatados como si fueran los mandamientos de Moisés? No es por ignorancia desde luego; hay otros intereses sin duda. Acuerdos bajo la mesa; usos según la conveniencia, como en el caso de los políticos que cambian de parecer al son de sus intereses. Cuando no gobiernan usan a estas agencias para restar méritos a sus adversarios y cuando están en el poder descalifican a esas mismas empresas. A raíz de la rebaja generalizada a 9 países de la euro zona ocurrida el 13 de este mes, un portavoz del gobierno francés dijo: "Esto nos pasa por no haber puesto en su sitio a las agencias en 2009" (El País, 14.01.2011). El presidente francés Sarkozy declaró: "no tengo intención de tener en cuenta lo que dicen”.

Claro que esas declaraciones, hechas ahora, son más que cínicas; son perversas. Las hacen después que han derogado derechos sociales a ciudadanos franceses y españoles; después que han eliminado leyes de protección a millones de europeos, con la excusa de contentar a esas agencias que hoy ningunean. El comisario de Economía de la UE, Olli Rehn, declaró. "Hay que recordar que las agencias de calificación no son ningún arbitro imparcial o desinteresado. Su labor obedece a intereses específicos... Alguien obtendrá cuantiosas ganancias". Gran descubrimiento del señor Rehn, no querrá aplausos. No después que junto a sus colegas Merkel, Sarkozy y Van Rompuy –y hace pocas semanas atrás- conminaban a los países europeos más débiles a adoptar medidas para agradar a esas agencias.