17 agosto, 2015

RSE: Preocupaciones Mundiales, Respuestas Locales

Un mantra de la calidad es la obsesión por conocer las necesidades y expectativas del cliente. No parece calar el mismo mantra entre ciertos gestores de RSE con respecto a sus stakeholders. Estos gestores elaboran las respuestas a la ciudadanía, sin considerar a la ciudadanía. Un yerro empresarial similar al político: “para el pueblo, sin el pueblo”. Para algunas empresas plantar flores en un parque público es todo lo que necesitan hacer para contentar a ese complejo stakeholder llamado sociedad.

Conocer al cliente es vital, ya se sabe; pero no solo respecto a las necesidades que demanda del producto o servicio, sino integralmente. Lo que teme, lo que ama. Y conocerlo supone una actualización permanente. Lo que preocupaba a los clientes -a la sociedad- hace una década es muy diferente a lo que les inquieta hoy, y a lo que les afectará mañana. De ahí la importancia de un estudio como el que realiza Pew Research Center. Una consulta sobre las preocupaciones más importantes de las personas, en 40 países del orbe.

La conclusión principal del mencionado estudio (2015), es el cambio climático constituye la mayor amenaza a la que se enfrenta la humanidad. Un 46% de la población del mundo están muy preocupados por el desorden ambiental. Y sin embargo no hay evidencia de que las empresas estén asumiendo con seriedad este tema en sus políticas y prácticas. Más allá de ciertas campañas publicitarias las organizaciones no han cogido el toro por las astas. Incluso, como sucede con el sector minero, existe animadversión hacia los sectores ecologistas, tanto en Latinoamérica como Europa.

Por supuesto que también es interesante desglosar las respuestas  y analizar temas más específicos por países. Por ejemplo: es sorpresivo comprobar que, a contracorriente de la tendencia mundial, en España la mayor preocupación sea un grupo terrorista islámico (77%), seguida por la inestabilidad económica mundial (63%). En el Perú el cambio climático sí es la mayor preocupación (75%), seguida por la inestabilidad económica mundial (58%).

El cambio climático es actualmente el gran relegado de las agendas empresariales y gobiernos. En España, quizás porque la situación económica ha rebajado el tema ambiental a otro nivel en la escala de prioridades. En Perú porque los últimos gobiernos, la prensa, y cierto sector empresarial demonizan las preocupaciones relacionadas al medio ambiente. Aun así, por lo que se puede comprobar, los ciudadanos peruanos si lo consideran un tema crucial.

“Los clientes se enamorarán primero de la empresa y luego del producto”. La frase anterior no pertenece a un activista cándido, ni un gurú teórico; se la escuché en Madrid al empresario Javier Goyeneche, nombrado el año 2007 mejor joven empresario del año, y su empresa –ECOALF-  mejor concepto de franquicia en España. Las organizaciones que entiendan mejor a sus clientes, a la sociedad; las que asuman los retos como oportunidades y no como obstáculos; las que den respuestas rápidas y éticas: tomarán la delantera y tendrán el favor de la sociedad para crecer. Estas ideas suenan todavía progresistas, pero tengo la esperanza que en poco tiempo sean obviedades.

24 mayo, 2015

Latinoamérica: nuevos ricos, mismos pobres

El año 2025 Latinoamérica y los países del Sur generarán el 55% del PIB mundial, según las últimas proyecciones del Banco Mundial. Hoy las regiones sureñas ya concentran el 40% de la producción mundial. Este giro histórico implica cambios que ya se han dado, y otros que están siendo postergados. Para analizar el reto se reunieron esta semana en Lima -  convocados por el Banco Mundial- renombrados economistas provenientes de países sudamericanos que han sido elogiados por su desempeño en la última década: Uruguay, Chile y Perú. 

Significativamente el mismo día que estos expertos hacían un ejercicio teórico sobre la economía pujante de sus países, la capital peruana amanecía con dos noticias conflictivas. La primera: una invasión de cientos de “okupas” a una zona arqueológica del Ministerio de Cultura; y la otra una protesta de trabajadores mineros que iniciaban una huelga por mejores condiciones salariales frente al Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo. Más que casualidades: causalidades.

Los contrastes y las inequidades sociales han sido una seña constante de los países sudamericanos desde hace centurias; y sigue siendo el principal lastre del desarrollo económico y social, aunque ciertos analistas se empeñen en mirar a otro lado, o se enreden en cifras macro económicas. La incontestable realidad se impone frente a visiones parciales o interesadas. Pero incluso en el terreno de los números se evidencia esta situación: usando el coeficiente de Gini, o el Índice de Desarrollo Humano (IDH), Latinoamérica queda mal parada, desnivelada.  

A principios de este año la FAO informó que todavía 37 millones de latinoamericanos y caribeños pasan hambre. Por supuesto que esta cifra tiene sus matices y sus grandes diferencias de un país y otro; pero es un reto ineludible que los gobiernos y los líderes empresariales deben asumir, porque antes o después terminará erosionando el equilibrio social. Las grandes capitales latinoamericanas están mejorando su infraestructura y modernizando sus servicios; pero conviven aun con peligrosos niveles de delincuencia e inseguridad. Las zonas rurales siguen postergadas, y en algunas de ellas el narcotráfico se ha enraizado e infiltrado órganos políticos.

Un tema crucial analizado por los expertos del evento en Lima fue el tipo de industria y comercio de la región, que también ha sido abordado anteriormente por Stiglitz o Krugman: la exportación primaria de materias primas. Este referente del crecimiento además de volver vulnerable al país, tiene escaso efecto dinamizador en los negocios intermedios y el reparto de la riqueza.  “Las prioridades de las políticas económicas en la región han evolucionado respondiendo a los cambios globales. Estos cambios han exacerbado ciertas dificultades de larga data en la región, como su dependencia de las materias primas minerales y agrícolas” concluye el informe del Banco Mundial (América Latina y el ascenso del Sur), presentado esta semana como base para la reflexión.

José Pablo Arellano, economista y ex ministro de Educación de Chile que participó en el mencionado evento, informó que Chile está tratando de atraer atención en otros sectores diferentes a la minería y de reinvertir más porcentaje de su PIB. “China invierte cerca al 50% de su PIB, en América Latina el porcentaje es menos de la mitad” reflexionó. Por su parte Mario Bergara, presidente del Banco Central de Uruguay, informó que su país actualmente tiene pleno empleo y casi nula indigencia gracias a medidas planificadas. “Ante malas políticas las cosas no funcionan, tengamos o no recursos naturales”. Al mismo tiempo reconoció que los países que más se han desarrollado son los que tienen menores índices de informalidad y pobreza. Su apuesta a futuro para su país: “capital humano, capital humano, capital humano”. 

Es indudable que América Latina ha progresado económicamente en la última década. Los signos exteriores de riqueza son evidentes, especialmente en las grandes ciudades donde las brechas de pobreza se han reducido; pero estos logros no han sido suficientes, ni han ido de la mano con el nivel alcanzado por sus élites. La región no ha logrado aún la gratuidad ni la calidad necesaria en dos temas centrales para las mayorías: salud y educación. La redistribución de los ingresos sigue siendo el talón de Aquiles y el abono para la inseguridad ciudadana y la corrupción política. Finalmente: compatibilizar los objetivos de la clase empresarial y la ciudadanía sigue siendo una  tarea pendiente y absolutamente impostergable.

15 marzo, 2015

Día Mundial del Consumo Responsable


«Antes que termines tu desayuno de cada mañana ya habrás dependido de más de la mitad del mundo» nos recordó un día el Premio Nobel de la Paz Martín Luther King. Bien se podría decir que al terminar el desayuno más de la mitad de empresas del mundo habrán dependido de uno. Si rastreásemos solo la taza de café o la camisa de cada día, descubriríamos la gran cantidad de empresas y países involucrados. La enorme cadena que ha hecho posible que unas materias primas en Asia, África o América hayan generado tanta actividad económica hasta llegar al hogar. Innumerables intermediarios, transportistas, bancos, agentes mayoristas y minoristas que se mantienen gracias a una acción tan aparentemente simple e insignificante como es la compra diaria.
[…] 
Las organizaciones transnacionales han sido y seguirán siendo útiles motores para la marcha de la sociedad; pero necesitan introducir cambios fundamentales en su gestión, asumir plenamente sus responsabilidades sociales. Necesitan integrar nuevos conceptos de management; sumar a sus trabajadores y compradores como socios, no como números del balance de ganancias y pérdidas. 
[…]
Los ciudadanos nos hemos centrado excesivamente en asuntos domésticos sin entender que nuestra vida personal depende en gran medida de esas organizaciones. Y lo más importante, que éstas dependen integralmente de nosotros. Hemos desatendido el hecho que influenciamos todo el tiempo en el sistema económico-social que amamos, u odiamos. La misión del ciudadano global es tan importante como la del directivo empresarial. RSC son las siglas de Responsabilidad Social Corporativa, pero podrían ser perfectamente las de Responsabilidad Social Ciudadana”. 

*Textos extraídos del libro “LA REVOLUCIÓN SILENCIOSA. Ciudadanos e ideas que forjan la Responsabilidad Social”. Capitulo introductorio por Rogelio Oré.