
John Kopchinksi -veterano de la guerra del Golfo y ex agente de ventas de Pfizer- decidió enfrentarse con pruebas concluyentes a la corporación farmacéutica y denunciar esas prácticas ilegales. El ex vendedor afirmó que Pfizer promocionó el anti inflamatorio Bextra para varios usos y dosis que la FDA (Food and Drug Administration) había rehusado validar, debido a sus riesgos”. Al mismo tiempo, Kopchinksi reflexionó sobre su actuación personal: “En el ejército se esperaba de mí que protegiera a la gente a como diera lugar. En Pfizer se esperaba de mí que aumentara las ganancias a como diera lugar, incluso cuando las ventas estaban poniendo vidas en peligro. Y no pude hacerlo".
No es la primera vez que la compañía farmacéutica “tropieza” de esta manera. La práctica sancionada esta vez no parece ser el descuido de algún ejecutivo deshonesto…y eso es preocupante; el historial de la multinacional.
Nigeria, 1996. Pfizer realizó un ensayo clínico con un antibiótico (Trovan) durante una epidemia de meningitis. Los médicos enviados por la farmacéutica captaron a 200 niños y prometieron a sus familias que los curarían. Como resultado de esta operación 11 de ellos murieron y muchos más sufrieron efectos secundarios graves, incluidos daños cerebrales. La empresa entonces desmontó su campamento y se retiró dos semanas después de arribar a la zona, sin ofrecer mayor información. Uno de los investigadores que participó en la misión denunció los hechos -mediante una carta firmada- ante el máximo directivo de la farmacéutica. Al día siguiente, el empleado fue despedido y Pfizer alegó que la medida no tenía relación con la misiva.
Las autoridades de Kano (ciudad del norte de Nigeria donde sucedieron las muertes) iniciaron una demanda judicial (civil y penal) contra la farmacéutica por US$ 2.000 millones, y el gobierno federal hizo lo mismo por otros US$ 6.500, alegando que Pfizer no obtuvo la aprobación adecuada para realizar el ensayo, y que engañó a los padres. La empresa negó todos los cargos, mientras iniciaba conversaciones para solucionar esas demandas. Finalmente, el acuerdo extra-judicial se estanco por los desacuerdos acerca de las responsabilidades y compensaciones. El presidente de la asociación de familiares de víctimas de Kano, Alhaji Maisikeli, consideró la oferta insuficiente: “Es vergonzoso y humillante como la misma empresa puede ofrecer US$ 21 millones para pagar los honorarios legales y compensar pobremente con US$ 10 a las 200 víctimas en Nigeria”. En abril del 2009, el diario The Independet informó de un posible acuerdo final; pero éste no fue posteriormente confirmado.
España, 2005. La farmacéutica india Ranbaxy y la alemana Ratiopharm, dos de las mayores productoras de medicamentos genéricos, llevaron a Pfizer ante los tribunales españoles por un conflicto sobre los derechos de venta exclusiva sobre el fármaco atorvastatina, que Pfizer comercializaba en exclusividad. Finalmente los juzgados fallaron a favor de respetar los derechos de exclusividad hasta el año 2010.

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