La omnipresencia de la crisis económica en las
agendas de los gobiernos y diarios europeos han postergado los problemas
medioambientales a un segundo, o tercer plano. Que los medios no prioricen
estas noticias no significa que el cambio climático se haya detenido, ni que la
contaminación atmosférica haya desaparecido. Al contrario, los problemas
medioambientales se agravan y reclaman urgente atención; medidas integrales y
no paliativos.
El pasado 2012 fue un año crítico respecto a
la pérdida de hielo en el Ártico, el aumento del nivel del mar y la emisión de
gases de efecto invernadero, según advierte un informe publicado este mes por
la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA), una agencia
científica del Departamento de Comercio de los EEUU. Además, el año 2012 estuvo
entre los 10 años más cálidos desde que hay registros. El estudio fue elaborado
por 384 científicos de 52 países. «Los niveles de carbono están subiendo, los
niveles del mar están subiendo, el hielo del Ártico se está derritiendo y
nuestro planeta en su conjunto se está convirtiendo en un lugar más cálido»
resumió la directora de la NOAA, Kathryn Sullivan (El País, 07.07.2103).
Según Greenpeace
España el Ártico está amenazado por las prospecciones de petróleo, la pesca
industrial y los conflictos. «Las compañías y los gobiernos quieren buscar petróleo
en las aguas desheladas del Ártico. Shell, BP, Repsol, Exxon y Gazprom, entre
otros, se han unido a la fiebre del Ártico y prefieren arriesgarse a un vertido
por poder extraer petróleo que sólo cubriría la demanda global durante tres
años» afirma la organización ecologista en su página web. Para perforar el
Ártico, las petroleras tienen que apartar los icebergs que sus plataformas que
encuentran en el camino y derretir el hielo con agua caliente. Según la ONG si
se sigue en esta línea «la llegada de un vertido catastrófico es sólo cuestión
de tiempo».
Esta semana el Banco
Mundial y la Agencia Espacial Europea anunciaban algunas conclusiones
derivadas del proyecto Eoworld, que usa satélites para ofrecer perspectivas de
los cambios que tienen lugar en todo el planeta. Una de esas conclusiones es
preocupante. «El seguimiento mediante satélites de la cuenca del Lago Titicaca
-un lugar declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, y que se extiende
por la frontera entre Bolivia y Perú-, demostró una disminución del 7% en el
tamaño del lago entre 2003 y 2010, documentando por primera vez la degradación
sin precedentes de los humedales protegidos».
Pero no todas las noticias son negativas. La plataforma “Empresas por la eficiencia
energética” constituida en Madrid el 2011, logró en su primer año de
actividad un ahorro de emisiones de 686.000 toneladas de CO2 según informan en
su web. El ahorro energético registrado supone el 70% del compromiso adquirido
por la plataforma para el periodo 2011-2013: evitar la emisión de un millón de
toneladas de CO2. Según exponen: «El éxito logrado hasta ahora se debe a la
realización de actuaciones de eficiencia energética llevadas a cabo por las
empresas participantes en edificios y oficinas, a través de una iluminación más
eficiente, un uso eficiente de la calefacción, aplicación de domótica o el uso
de la cogeneración». Componen esta plataforma Endesa, Cepsa, Philips Ibérica,
Renfe, Meliá, Telefónica, Toyota España, Unibail Rodamco España, Bayer y Cemex.
El nivel de CO2 en la atmósfera es vital para
elevar o disminuir el calentamiento global. Según Greenpeace «Para evitar los
impactos más catastróficos del cambio climático, es necesario mantener el
aumento de la temperatura global por debajo de los 2ºC. Si la temperatura
aumentase por encima de esos 2ºC el Ártico desaparecerá. Y, ¿qué pasará a la
vez en todos los rincones del planeta? Las estaciones, las cosechas, los
alimentos que podemos cultivar, los bosques, las playas y el nivel del mar, las
especies de animales cambiarían de manera irreversible». Parece claro que el esfuerzo conjunto de distintos gobiernos y sociedades es el mejor camino para preservar el ecosistema y heredar un planeta estable a las generaciones venideras.