03 mayo, 2011

20 directivos: 200 000 damnificados

Masataka Shimizu es el Presidente. En el organigrama solo el Chairman está sobre él. Bajo su mando 6 Vice Presidentes Ejecutivos, 9 Directores Ejecutivos y 3 Directores. Son los 20 cargos más importantes de Tokyo Electric Power Company (TEPCO). Son los que avalaron la gestión de la central nuclear de Fukushima. Los que decidieron arriesgar a la población. Los que pensaron que cuando las ventas van bien, todo lo demás puede esperar... o esconderse.

El tsunami ocurrido en marzo tan solo fue una severa prueba de calidad que TEPCO no superó, y que debió realizar bajo condiciones controladas en sus instalaciones nucleares. Los sismos son tan frecuentes en Japón que se consideran en todos los diseños de estructuras y edificaciones. Pero TEPCO actúa desde hace tiempo con prácticas engañosas y poco éticas. En 2002 el gobierno japonés acusó a la compañía de falsear reportes sobre inspecciones rutinarias en las centrales nucleares, y de incumplimientos con normas de seguridad. «TEPCO tuvo que admitir que falsificó información doscientas veces entre 1977 y 2002» informa BBC Mundo en su edición del 17.03.2011.

Las decisiones de pocos afectan a muchos; ya se sabe. Pareto fue un economista que legó el esquema estadístico 80-20. Según dedujo de sus investigaciones –y con obvias variaciones decimales- el 80% de las acciones de la empresa lo decide el 20% de sus empleados. En los controles de calidad el 80% de los defectos se producen en un 20% de los procesos. En la sociedad, el 80% del poder político y económico está en el 20% de la población. Esta vez los directivos de TEPCO han pulverizado esa proporción. En este caso el 0,01% perjudicó al 100% de la población de Fukushima.

Los directivos de TEPCO no fueron los únicos que fallaron. También el gobierno cerró un ojo. En diciembre de 2008 El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) advirtió a funcionarios japoneses: «Recientes seísmos han sobrepasado en algunos casos el diseño con que fueron construidas algunas plantas y esto es un serio problema hacia el que ha de dirigirse ahora el trabajo sobre seguridad», según se lee en un documento revelado por Wikileaks y que publica El País (16.03.2011). Ryoichi Hattori, diputado del Partido Social Demócrata de Japón opina: «la Agencia de Seguridad Nuclear está integrada en el Ministerio de Economía, y eso no puede ser... Esto no ha sido un desastre natural, sino un desastre provocado por el ser humano». El País, 03.04.2011.

El Chairman de TEPCO se llama Tsunehisa Katsumata; tiene pelo cano y semblante afable; quizás hasta pretenda ser un buen ciudadano. Talvez sus 19 ejecutivos sean personas bien intencionadas. Pero parece que poco han hecho por cambiar el viejo esquema mercantil de maximizar beneficios y minimizar costes, sin consideraciones éticas; poco han hecho por aplacar el insaciable reclamo de sus accionistas por incrementar las ganancias mes tras mes; aunque implique arriesgar la vida de sus vecinos, contaminar la flora y fauna, los mares y el ecosistema donde habitan.

«Como sociedad, estamos apostando -con nuestros grandes bancos, con nuestras instalaciones de energía nuclear, con nuestro planeta-. Al igual que en Las Vegas, los pocos afortunados -los banqueros que ponen en peligro nuestra economía y los propietarios de las empresas de energía que ponen en riesgo nuestro planeta- pueden ganar mucho dinero. Pero en promedio, y casi con seguridad, nosotros como sociedad, al igual que todos los jugadores, vamos a perder» escribe el economista y Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz. 1

1 Artículo: Jugar con el Planeta, Diario El País, 10.04.2011

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