22 mayo, 2011

CIUDADANOS QUE ABRIERON LA PUERTA DEL SOL

«No somos mercancías en manos de políticos y banqueros» se leía en la tela que portaban en primera fila. Detrás, miles de madrileños irrumpieron en las calles el domingo pasado (15) para expresar su hartazgo con el modelo económico y social. Algunos se quedaron varios días en La Puerta del Sol, la plaza más céntrica de Madrid, transmitiendo su mensaje a otras ciudades españolas y europeas.

Hay quien analizará el fenómeno con etiquetas limitantes: «antisistemas», «antiglobalizadores», «indignados». Hay quien se quedará en las anécdotas sin entrar en los asuntos de fondo. Unos apoyarán el movimiento, otros lo atacarán y habrá quien mire indiferente para otro lado. Lo cierto es que este movimiento es diferente porque no ha sido promovido por partidos políticos o agrupaciones sindicales. Los ciudadanos de la plataforma convocante -Democracia Real Ya- no se sienten representados por esas organizaciones.

Las protestas en Madrid han tenido repercusión mundial y ya ha sido bautizada como la “Spanish Revolution”, como lo recoge el diario BBC Mundo en su edición del 18.05.2011. En el mismo artículo Pablo Gómez, uno de los portavoces, expresa su opinión: "Somos ciudadanos comunes y corrientes, no pertenecemos a ningún partido ni a ninguna asociación. Nos sentimos decepcionados, estafados por el sector financiero, hartos de la hegemonía política, del bipartidismo". Pablo parecía contestar al espectáculo que están dando estos días algunos líderes políticos, tratando de manipular y de ganar réditos del denominado 15-M.

Motivados por las manifestaciones en países árabes, en Grecia, o las ocurridas en marzo en Portugal -donde se produjeron marchas en diferentes ciudades que sumaron más de 500 mil personas- los ciudadanos españoles salieron decididamente a expresar su opinión en unas 50 ciudades de la península. Otro lema muy recurrente es el que ha escogido una agrupación participante llamada Juventud Sin Futuro: «Sin casa, sin curro, sin pensión y sin miedo». Ciertamente son jóvenes los principales actores, pero no son los únicos, en las calles se ven personas de mediana y avanzada edad. Un cartel lo resumía así: «Nietos en paro, abuelos trabajando».

Quizás ensayistas como Stéphane Hessel o José Luis Sampedro hayan aportado su granito de indignación. Talvez Islandia y su reciente reforma democrática sea otro referente. La actitud de alguna asociación empresarial que pretende aprovechar la crisis económica para recortar derechos laborales; las medidas de los políticos gobernantes que empiezan por recortar prestaciones a los ciudadanos más desprotegidos. Finalmente es intrascendente saber cual fue la gota que colmó el vaso. Lo cierto es que el Movimiento 15-M parece diferente a otros predecesores. Allí, en la plaza donde están ahora, nadie quema nada ni destruye nada. Allí limpian la basura que generan y se auto organizan en asambleas democráticas, en su improvisado campamento. Empiezan a buscar ideas, consensos, aportes.

Hace poco, en abril, murió el escritor Ernesto Sábato. Algunas líneas de su libro Antes del Fin suenan proféticas: «Miles de personas, a pesar de las derrotas y los fracasos, continúan manifestándose, llenando las plazas, decididos a liberar a la verdad de su largo confinamiento. En todas partes hay señales de que la gente comienza a gritar: ¡Basta!... Mostrándonos que en estos tiempos de triunfalismos falsos, la verdadera resistencia es la que combate por valores que se consideran perdidos... Les propongo entonces, con la gravedad de las palabras finales de la vida, que nos abracemos en un compromiso: salgamos a los espacios abiertos, arriesguémonos por el otro, esperemos, con quien extiende sus brazos, que una nueva ola de la historia nos levante».

03 mayo, 2011

20 directivos: 200 000 damnificados

Masataka Shimizu es el Presidente. En el organigrama solo el Chairman está sobre él. Bajo su mando 6 Vice Presidentes Ejecutivos, 9 Directores Ejecutivos y 3 Directores. Son los 20 cargos más importantes de Tokyo Electric Power Company (TEPCO). Son los que avalaron la gestión de la central nuclear de Fukushima. Los que decidieron arriesgar a la población. Los que pensaron que cuando las ventas van bien, todo lo demás puede esperar... o esconderse.

El tsunami ocurrido en marzo tan solo fue una severa prueba de calidad que TEPCO no superó, y que debió realizar bajo condiciones controladas en sus instalaciones nucleares. Los sismos son tan frecuentes en Japón que se consideran en todos los diseños de estructuras y edificaciones. Pero TEPCO actúa desde hace tiempo con prácticas engañosas y poco éticas. En 2002 el gobierno japonés acusó a la compañía de falsear reportes sobre inspecciones rutinarias en las centrales nucleares, y de incumplimientos con normas de seguridad. «TEPCO tuvo que admitir que falsificó información doscientas veces entre 1977 y 2002» informa BBC Mundo en su edición del 17.03.2011.

Las decisiones de pocos afectan a muchos; ya se sabe. Pareto fue un economista que legó el esquema estadístico 80-20. Según dedujo de sus investigaciones –y con obvias variaciones decimales- el 80% de las acciones de la empresa lo decide el 20% de sus empleados. En los controles de calidad el 80% de los defectos se producen en un 20% de los procesos. En la sociedad, el 80% del poder político y económico está en el 20% de la población. Esta vez los directivos de TEPCO han pulverizado esa proporción. En este caso el 0,01% perjudicó al 100% de la población de Fukushima.

Los directivos de TEPCO no fueron los únicos que fallaron. También el gobierno cerró un ojo. En diciembre de 2008 El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) advirtió a funcionarios japoneses: «Recientes seísmos han sobrepasado en algunos casos el diseño con que fueron construidas algunas plantas y esto es un serio problema hacia el que ha de dirigirse ahora el trabajo sobre seguridad», según se lee en un documento revelado por Wikileaks y que publica El País (16.03.2011). Ryoichi Hattori, diputado del Partido Social Demócrata de Japón opina: «la Agencia de Seguridad Nuclear está integrada en el Ministerio de Economía, y eso no puede ser... Esto no ha sido un desastre natural, sino un desastre provocado por el ser humano». El País, 03.04.2011.

El Chairman de TEPCO se llama Tsunehisa Katsumata; tiene pelo cano y semblante afable; quizás hasta pretenda ser un buen ciudadano. Talvez sus 19 ejecutivos sean personas bien intencionadas. Pero parece que poco han hecho por cambiar el viejo esquema mercantil de maximizar beneficios y minimizar costes, sin consideraciones éticas; poco han hecho por aplacar el insaciable reclamo de sus accionistas por incrementar las ganancias mes tras mes; aunque implique arriesgar la vida de sus vecinos, contaminar la flora y fauna, los mares y el ecosistema donde habitan.

«Como sociedad, estamos apostando -con nuestros grandes bancos, con nuestras instalaciones de energía nuclear, con nuestro planeta-. Al igual que en Las Vegas, los pocos afortunados -los banqueros que ponen en peligro nuestra economía y los propietarios de las empresas de energía que ponen en riesgo nuestro planeta- pueden ganar mucho dinero. Pero en promedio, y casi con seguridad, nosotros como sociedad, al igual que todos los jugadores, vamos a perder» escribe el economista y Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz. 1

1 Artículo: Jugar con el Planeta, Diario El País, 10.04.2011