26 abril, 2010

CORRUPCIÓN POLÍTICA O ¿POLÍTICA DE LA CORRUPCIÓN?

La corrupción empresarial o política es un tema muy trillado; la corrupción en general. Pero su cotidianidad no debería implicar su resignada aceptación; nuestro arrinconamiento a respuestas cuasi cínicas del estilo: “todos lo hacen”. Como si uno debiese quedarse tan pancho ante situaciones que -queramos o no- terminaran afectando nuestro entorno. Cada nueva noticia que leemos en los diarios al respecto debería constituir una razón más para frenarla; para no dejarse avasallar por esa práctica que impregna desde oficinas gubernamentales hasta despachos empresariales.

Una característica singular de la corrupción empresarial en España es que parece anodina, irreconocible. Al contrario de la corrupción política que tiene rostros y nombres propios. Jesús Gil, Julián Muñoz, “el Bigotes”. El uno porque fue presidente de un club de fútbol; el otro porque se ligó a una famosa “cantaora”; el tercero por sus amistades políticas o lo que fuera. El caso es que cuando se habla de corrupción política los individuos están bien identificados, pero los corruptores parecen seres fantasmales, casi inexistentes.

Si hay corruptos, hay corruptores; así de simple. Pero la prensa y las piedras se lanzan sobre los primeros. "Ni personas corruptas, ni personas que corrompan. Tolerancia cero contra la corrupción en la política y en la empresa", señaló muy contundente el Presidente de la Generalit de Cataluña a raíz de los sucesivos y vistosos casos de corrupción que se dieron el pasado año en su jurisdicción. En un discurso realizado el 07.11.2009 ante la presencia de importantes empresas, muchas de ellas constructoras, Montilla pidió su complicidad “para ir más allá de la ley en el cumplimiento de las buenas prácticas y la transparencia. La sociedad demanda a las instituciones pero también a las empresas, regeneración moral y ética”.

El mismo mes la organización Transparencia Internacional informó que España perdió cuatro puestos en el ranking de los países menos corruptos cayendo del Nº 28 al 32, poniéndose detrás de naciones como Emiratos Árabes Unidos o Chile. También el diario El Mundo (01.11.2009) informaba que la corrupción política en España había captado en los últimos 10 años, y en tan sólo 28 casos, 4.158 millones de euros, según las memorias de la Fiscalía Anticorrupción y de otros procedimientos abiertos en diferentes Tribunales Superiores de Justicia.

Aparte de ser legalmente, éticamente y moralmente intolerable. La corrupción es un desastre económico para la sociedad. Las pérdidas económicas derivadas de esta actividad son increíblemente altas. Solo para dar un ejemplo y tomando como base la cifra estimada para el caso español anteriormente citado, diremos que con esa cantidad monetaria hubiera sido posible otorgar un micro crédito de unos 1.000 euros a los más de 4 millones de personas sin trabajo que España registró el pasado mes. Serviría para alimentar durante siete años a los 1,5 millones de niños que fallecen anualmente por desnutrición en todo el mundo.

06 abril, 2010

CON LA MISMA VARA: RSC & PRENSA

“Usted ponga las imágenes y yo pondré la guerra”. Esa fue la respuesta de William Hearst a su angustiado reportero gráfico que desde Cuba informaba sobre la escasa posibilidad de conflicto; por lo tanto de mayor venta del New York Journal. Esto ocurrió hace más de un siglo, en 1897 exactamente. Unos meses después EE.UU. declaró la guerra a España, con una activa participación de la prensa. Hearst no era ningún mitómano, sino un gran inversor de periódicos y radios norteamericanas. El Rupert Murdoch de su época; el verdadero “Ciudadano Kane” de Orson Wells.

¿Se puede vincular la RSC con la prensa? Rotundamente sí. No solo por constituir el mejor puente de información entre empresas y ciudadanos; sino porque la mayoría de medios en sí mismos constituyen grandes consorcios transnacionales. Hace tiempo dejaron de ser esas pequeñas oficinas con un editor y tres reporteros. Pondremos dos ejemplos: el Grupo PRISA es una gran corporación que invierte en información y entretenimiento. Está presente en 22 países y llega a más de 50 millones de usuarios a través de sus marcas como El País, Santillana o Alfaguara. En el año 2009, PRISA facturó 3.208 millones de euros y tuvo una rentabilidad operativa (EBITDA) de € 623,75 millones.*

El consorcio News International en Reino Unido posee, entre otras empresas, “The Times”, “The Sunday Times”, “The Sun” y “News of the World”. News International pertenece a su vez a News Corporation, una “mega-transnacional” propiedad de Rupert Murdoch y que tiene empresas como: Fox Televisión, 20th Century Fox, los diarios The New Yor Post y The Wall Street Journal. En su directorio figuran José María Aznar, ex presidente español; Mark Hurd, actual Presidente de Hewlett-Packard; Andrew S.B. Knight, Presidente del Grupo J. Rothschild C.M.L. (inversora vinculada a The Economist Group) y Rod Eddington, alto funcionario de la corporación JP Morgan. News Corporation facturó en 2009 unos 30,000 millones de dólares estadounidenses. Posee inversiones en la televisión por cable y satélite, periódicos, mercado editorial, entre otros. Sus actividades se desarrollan en Estados Unidos, Europa, Australia, Asia y América Latina.

El pasado mes de febrero, la prensa otra vez estuvo en la primera línea de la crisis generada por las dificultades económicas de Grecia y España. El gobierno español a través de uno de sus principales portavoces, José Blanco, informó: "Nada de lo que está ocurriendo en el mundo, incluidos los editoriales de periódicos extranjeros, es casual o inocente". El referido político aludía al Financial Times, que dedicó sendos artículos a destacar la debilidad española. Cabe recordar que Rupert Murdoch, el año 1988 compró el 20% del capital del grupo Pearson, propietario de 'Financial Times' y 'The Economist', según informa el diario El Mundo, en su edición del 25.07.2006. También el Centro Nacional de Inteligencia de Grecia filtró al diario To Vima que cuatro compañías norteamericanas de servicios financieros con sede en UK obtuvieron grandes beneficios en diciembre pasado con los altibajos de la compra y venta de bonos estatales griegos.


¿Hasta que límite ético puede llegar el derecho a vender papel y publicidad? ¿Debe revisarse los sectores donde invierte la industria de la información? ¿Es la ética tan consustancial al periodismo como se asume? La Responsabilidad Social Corporativa no debería quedarse confinada en las fábricas textiles asiáticas ó los derivados del coltan africano. La RSC tendría que ir abarcando otros sectores estratégicos y unificando parámetros de evaluación que sirvan para valorar también a las transnacionales productoras de intangibles; medirlas “con la misma vara” con la que mide a las productoras de café o cacao. El sector de la información y las comunicaciones no es un sector más; además de su rol fundamental en la formación de concepciones y valoraciones, su actividad se encuentra enraizada en sectores con fuerte impacto en la actividad económica de la sociedad.

* Página web de PRISA, 05.04.2010