23 julio, 2009

ECOLÓGICO SI, ILÓGICO NO

El titular es un juego de palabras, pero tiene mucho que ver con lo que sucede en la promoción de algunos productos y servicios españoles, que se presentan como “verdes” sin ningún sustento técnico ni demostrable. Esa publicidad no solo es ilógica, sino engañosa y en determinados casos ilegal.

Con lo que no se puede jugar es con la buena fe de los ciudadanos que prefieren productos que protegen el medio ambiente. Tampoco se puede juntar en el mismo saco a empresas serias que apuestan por sacar al mercado productos ecológicos, con empresas deshonestas que etiquetan a sus productos con cuanta cualidad esté de moda entre los compradores.

El Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM) de España ha promovido y refrendado el mes de julio un código de autorregulación sobre argumentos ambientales que se usan en las comunicaciones comerciales. Un documento que contiene normas orientadas a asegurar el uso responsable, veraz y verificable de estos conceptos en los mensajes publicitarios.

Este código –que entrará en vigor el 1º de septiembre- es un ejemplo de concertación entre el gobierno y las organizaciones empresariales, ya que ha sido redactado por las propias firmas automovilísticas y energéticas, que son las que más usan estos argumentos. "Decir que algo es verde, sostenible o amigo del medio ambiente es ambiguo y no es constatable" explica Francisco Heras, técnico del Centro Nacional de Educación Ambiental en un artículo del diario El País. "A los automóviles no se les puede llamar ecológicos independientemente de sus emisiones. Ni se puede inducir al error de que encender la luz ayuda al medio ambiente" complementa la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera.

Las empresas del sector de automóviles que han firmado este código son: Kia, Chrysler, CitroPeugeot, Renault, Seat, Grupo Volkswagen (Volkswagen, Audi y Skoda) Ford, Toyota y Lexus, Honda, General Motors (Opel y Saab), Chevrolet y Fiat. Por parte del sector energético han firmado el compromiso: Cepsa, Repsol, Acciona, Endesa, Iberdrola y Gas Natural/Unión Fenosa.

04 julio, 2009

SHELL INDEMNIZA EN NIGERIA

La petrolera Royal Dutch Shell recientemente acordó pagar 15,5 millones de dólares a los demandantes nigerianos que la acusaban de haber sido cómplice de abusos de derechos humanos en su país. La información se recoge en distintos diarios como El País de España o la BBC Británica.

Este pago evita un juicio a Shell por supuesta complicidad en la muerte de nueve activistas ogonis en los años noventa, los cuales fueron ejecutados por la dictadura del país acusados de crímenes y manifestaciones contra extracciones petroleras en el delta del Níger. Entre los activistas estuvo Ken Saro-Wiwa, célebre ecologista y escritor.

Según los familiares de las víctimas, Shell pagó a tropas del gobierno para actuar contra la población que protestaba contra las perforaciones y ayudó a las autoridades suministrando armas. La compañía petrolera a través de Malcolm Brinded, directivo de la empresa, aseguró que “a pesar de que Shell no participó en la violencia que tuvo lugar, los demandantes y otros han sufrido", y por eso el dinero compensatorio es parte de un "proceso de reconciliación".

La pregunta es: ¿por qué los directivos de Shell esperaron litigios, abogados, marchas de protesta y sobre todo: trece años para darse cuenta que querían “centrarse en el futuro de la gente de Ogoni, en la paz y estabilidad de la región"? ¿Porqué no asumieron antes una actitud transparente, valiente y ética respecto a sus responsabilidades sociales?

Según Amnistía Internacional el Delta del Níger es uno de los ecosistemas más ricos del mundo donde habitan 31 millones de personas, También acoge extensos yacimientos de petróleo que han explotado durante décadas el Gobierno de Nigeria y empresas multinacionales generando grandes ingresos, pero también vertidos tóxicos y residuos. Sus habitantes beben, cocinan y limpian con agua contaminada. Las tierras de cultivo han sido dañadas y el pescado intoxicado, empeorando las condiciones de vida de la población.